La primera duda que surge al verla tiene que ver con su color. ¿Por qué es tan oscuro? La respuesta es mucho más sencilla de lo que parece: la malta que lleva su receta es más tostada que la que contiene la cerveza rubia, tan común en España. Es este torrefactado de los granos de cebada lo que explica que algunos piensen en café cuando dan un trago a su pinta de stout. Otra de sus peculiaridades es su textura cremosa. La cerveza negra contiene un 80% de nitrógeno y un 20% de dióxido de carbono, a diferencia de los demás tipos de cerveza, que sólo llevan este segundo componente. El resultado es una bebida muy poco carbonatada (con poco gas), y con una espuma y un cuerpo muy densos.
Aunque la elaboración de cerveza en la Isla Esmeralda se remonta a hace 5.000 años, no fue hasta el siglo XVIII cuando se empezó a producir la variedad stout. Y tampoco fue Irlanda el lugar donde surgió. Por mucho que les moleste (dada la manía que tienen a sus vecinos ingleses), todo indica que la cerveza negra apareció en Londres. Se la llamóporter porque la bebían los porteadores o mozos de carga. Era una cerveza de peor calidad que la actual, y de precio muy asequible, razón por la que estos trabajadores de clase baja podían permitírsela. Sin embargo, los irlandeses se han apropiado de la creación y han conseguido que la stout se vincule a su país. Y no hay duda de que este mérito es de Guinness.
Los que saben del tema insisten en que Guinness es más marketing que producto. Y puede que tengan razón. Pero lo cierto es que todas las casas irlandesas le deben el reconocimiento internacional de sus cervezas a Arthur Guinness, que comenzó a elaborar stout en 1759. Desde entonces, la fábrica que alquiló por 45 libras anuales para la friolera de 9.000 años (se ve que era un hombre seguro de sí mismo) ha crecido mucho. Tanto como sus cifras: en la actualidad se beben 10 millones de vasos de Guinness diarios en el mundo, y su producto se exporta a 55 países diferentes.
En cualquier caso, para los amantes de la stout más pura, existen multitud demicrofábricas en Irlanda que elaboran cerveza artesanal. O'haras, situada en Carlow, un condado al sur de Dublín, es una de ellas. Su dueño, James O'Hara, dice que su proceso de preparación está mucho más cuidado que el que tiene lugar en las fábricas industriales. Ésa es la causa, asegura, de que tanto sus dos stouts (Irish Stout y Leann Folláin, que cuentan con varios premios internacionales) como el resto de sus variedades tengan sabores únicos y especiales.
The Porterhouse surgió en 1996 con la misma intención: elaborar cerveza con personalidad. Hoy en día emplea a 12 personas en la producción y promoción de sus distintas clases, y tiene 6 pubs diferentes donde las venden (junto con otras cervezas de todo el mundo): tres en Dublín, uno en Bray, uno en Londres y otro más en Nueva York. Su Plain Porter y su Oyster Stout –hecha con ostras– son las más populares.
La idea de The Porterhouse de lanzar sus propios bares es todo un acierto, teniendo en cuenta que de los 86 litros de cerveza per cápita que beben los irlandeses al año, sólo el 33% se consume en el hogar. El pub es el lugar preferido de estos isleños para paladear la que es su bebida por excelencia.
Estos son ocho pubs de Dublín especializados en cerveza, donde poder degustar infinidad de marcas tanto irlandesas como internacionales: The Porterhouse Temple Bar(16-18 Parliament Street, 00353 16798847), The Porterhouse Central (45-47 Nassau Street, 00353 16774180), Against the grain (11 Wexford Street, 00353 14705100), Bull and Castle (5-7 Lord Edward St, (00353) 14751122), Blacksheep (61 Capel Street, (00353) 18730013), The Brewdock (1 Amiens street, 00353 18881842), Mulligans grocers (18 Stoneybatter, 00353 16709889), Merchants Arch (Aston Quay Temple Bar, 00353 16074010).